Axel Zamudio | Blog

9 Hábitos de un infeliz profesional

9 Hábitos de un infeliz profesional

La felicidad puede presentarse de diferentes maneras, por lo que es difícil definirla. La infelicidad, por el contrario, es bastante sencilla de identificar.

Psicólogos de la Universidad de California descubrieron que las circunstancias y la genética sólo determinan el 50% de la felicidad de una persona. Lo demás depende de ti y son producto de tus hábitos y la manera en la que ves la vida.

La infelicidad aleja a las personas, creando un círculo vicioso que impide que alcances todo tu potencial. Si quieres seguir siendo un infeliz profesional, recuerda seguir estos sencillos puntos.

Esperar por el futuro 

Vivir diciendo “Seré feliz cuando…” es uno de los hábitos de infelicidad más comunes.

Es común escuchar a personas decir “voy a ser feliz cuando tenga hijos, cuando termine la carrera, cuando tenga mi empresa; y la verdad es que no es cierto. No pases tu tiempo esperando algo que ya sabemos no cambia tu forma de ver la vida. Mejor enfócate en ser feliz en el aquí y ahora con lo que tienes o lo que te falta. Tu no necesitas nada para ser feliz; necesitar es depender. Elije ser feliz.

Gastar mucho tiempo y esfuerzo para comprar “cosas” 

Hay océanos de estudios que demuestran que los bienes materiales no dan la felicidad. Cuando te haces del hábito de perseguir cosas, te vuelves infeliz porque una vez que las obtienes, te das cuenta de que sacrificaste cosas realmente valiosas como familia, amigos y hobbies. Entre menos cosas necesites, puedes ser más feliz. Menos es más.

Estar siempre en casa 

Cuando te sientes infeliz, es muy tentador evitar a la gente. Esto puede ser un gran error ya que socializar, aunque no te guste mucho, puede elevar tu hábito. Todos tenemos de esos días en los que sólo queremos ponernos la cobija en la cabeza y no hablar con nadie, sin embargo, es importante notar que en el momento que esta práctica se vuelva tendencia, comienzas a afectar tu salud. Reconocer cuándo la infelicidad te está volviendo antisocial te impulsará a hacer un esfuerzo para salir del caparazón.  No hay que sentirse bien para actuar; hay que actuar para sentirse bien.

Verte como la eterna víctima

Las personas infelices tienden operar en un estado de “default”,  donde la vida es difícil, caen en prejuicios y compran paradigmas. En otras palabras piensan “Me va a ir mal y no hay nada que pueda hacer para evitarlo”. El problema con esa filosofía es que genera sentimientos de desamparo y esas personas no suelen tratar de mejorar sus circunstancias. Todos tenemos derecho a sentirnos mal de vez en cuando, pero no puedes dejar que un mal día cambie tu forma de ver la vida.

El dinero, la edad, nivel de estudios o procedencia; siempre son la justificación perfecta de las víctimas de la vida. No hay pretextos válidos para no lograr lo que quieres en esta vida.

Pesimismo

Nada alimenta la infelicidad como lo hace el pesimismo. El problema con esta actitud, más allá de afectar tu estado de ánimo, es que se vuelve una profecía auto-cumplida; si esperas malas cosas, malas cosas te pasarán. Los pensamientos pesimistas son difíciles de sacudir hasta que uno se da cuenta cuán ilógicos son. Recuerda que aquello en lo que te enfocas tiende a expandirse; el universo responde a tus pensamientos.

No es casualidad que las personas que utilizan frases como: no hay dinero, me van a robar, me voy a enfermar otra vez o todos los hombres son iguales, sigan atrayendo más de eso a su vida.  La física cuántica afirma que ahí donde ponemos la atención, ponemos la energía. ¿Tú en qué piensas constantemente?.

Quejarse de todo

Las quejas constantes son problemáticas, lo mismo la actitud que las genera. Se trata de un comportamiento que se refuerza a sí mismo. Al hablar constantemente – y por lo tanto pensando – de todo lo que está mal, reafirmas tus creencias negativas. Hablar de lo que te molesta te puede ayudar a sentirte mejor, pero hay una línea muy delgada entre desahogarse de manera terapéutica y quejarse de todo. Este comportamiento no solo alimenta la infelicidad, también aleja a los demás. Si te quejas y no haces nada, pierdes el derecho a la queja.

Ignorar los problemas

Las personas felices son responsables de sus acciones. Cuando cometen un error, toman la responsabilidad y asumen las consecuencias. La gente infeliz ve los problemas y errores como una amenaza, por lo que tratan de ocultarlos. Los problemas tienden a aumentar de tamaño cuando son ignorados. Cuanto más los ignores, más grandes e inatacables se verán. Recuerda que aquellos que no dan resultados; dan explicaciones.

No mejorar 

Como las personas infelices son pesimistas y sienten una gran falta de control en sus vidas, tienden a sentarse a esperar a que las cosas les pasen. En lugar de fijar metas, aprender y mejorar, simplemente “flotan” y se preguntan “porqué me pasa todo a mí” “yo qué he hecho para merecer tan poco”.

Tratar de imitar a todos y hablar de todos 

Los celos y la envidia son incompatibles con la felicidad, así que si te la pasas comparándote con los demás, es momento de detenerte. Las grandes personas hablan de ideas, la gente pequeña de los demás. ¿Tú de qué hablas?

Tomar conciencia de tu vida y aceptarla tal como es; es el primer paso para cambiar. Toma las riendas de tu vida. #HazQueSuceda

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About The Author

Comunicador & Speaker; Enfocado a la transformación y el despertar de consciencia. A los 15 años me perdí, me encontré y descubrí la vida trabajando en un circo.

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