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Coronavirus: el mayor retiro espiritual jamás organizado

Axel Zamudio 25 March, 2020 Comments Off on Coronavirus: el mayor retiro espiritual jamás organizado
Coronavirus: el mayor retiro espiritual jamás organizado

En términos generales, se decía que vivíamos en un momento histórico y único; la humanidad estaba mejor que nunca.

Desde que los humanos modernos surgieron hace 200 mil años, la tendencia de los últimos 50 años dice que la pobreza extrema va en descenso, hoy los niños tienen menos probabilidad de morir. Todos los días en años recientes: 300 mil personas más tuvieron acceso a servicios de luz, agua potable e internet por primera vez.

Enfermedades como la polio y lepra están a la baja, los esfuerzos mundiales han revertido la epidemia del sida.  La probabilidad de sufrir enfermedades terribles y deformantes cada vez disminuye. Según lo revela el artículo: “Este ha sido el mejor año”, publicado a finales del 2019 en The New York Times.

De un momento a otro todo se detuvo, el mundo nos obligó a parar; estamos en tiempos de cambio e incertidumbre.

El ser humano siempre ha vivido en una ilusión, creímos que la vida como la entendíamos hasta ahora nunca iba a caer; nuestro fallo fue creer que el humano era especial.

Ansiar y exigir certezas más allá de nuestro control suele acompañarse de tristeza y frustración. Es mejor aprender a gestionar la incertidumbre que querer garantizar seguridad.

Cuando la referencia externa se detiene el mundo interior cobra protagonismo; hoy la vida nos ha puesto en otro camino, nos ha forzado a volver a ver a nuestro interior, a practicar la quietud y enfrentar todo eso de lo que huíamos cuando escapábamos de casa.

Nos quejamos siempre que debemos parar la velocidad del ritmo en que vivimos y ahora que estamos obligados a parar nos volvemos a quejar y peor aún, no sabemos qué hacer.

Ya vivíamos aislados y desconectados del mundo antes de la emergencia, pero necesitamos que todo esto sucediera para darnos cuenta. La cuarentena es el mayor retiro espiritual jamás organizado.




Hoy todo se redujo a un espacio, no importan tus carros porque sólo están allá afuera estacionados, tus prendas de diseñador pierden sentido porque estás encerrado usando ropa cómoda. Después de satisfacer tus necesidades básicas no importan los millones en el banco, porque no puedes salir al mall a gastarlos. Hoy un beso es un arma y saludar deja de ser un gozo. La crisis no sabe de condiciones, raza, riqueza ni ideologías; no hay seres inmunes.

Es necesario replantear nuestra forma de pensar, dejar de hacerlo como individuo e integrarnos en sociedad, al final un sistema resiste lo que pueda aguantar su eslabón más débil.

Hoy más que nunca vemos lo vulnerable que seguimos siendo como especie; la crisis es un proceso de limpieza profunda que nos desnuda y despoja del mundo autentico e irreal que habíamos construido.

No es fácil vivir en medio del caos, no es sencillo mantener el equilibrio cuando llegan las embestidas, cuando el viento se arremolina entre el cabello y susurra al oído mensajes de miedo, sin embargo, son éstas situaciones las que nos empujan a despertar; el sufrimiento es el motor del cambio, el progreso y la evolución.

Cuando atravesamos una crisis no estamos experimentando una falla que necesita ser corregida, sino más bien viviendo una oportunidad de “re-estructurarnos” y salir como individuos más fuertes y adaptados a las corrientes y problemas de la vida. Una crisis hace añicos la “realidad” del individuo, pero nos conecta con la humildad y la valentía de buscar el cambio.

Estamos en una gran oportunidad, este virus más que una plaga es una fuerza que nos empuja a replantearnos la vida de abrirnos camino a lo nuevo. Tal vez cuando volvamos a transitar por las calles lo hagamos más despacio, más humildes, más humanos.




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About The Author

Comunicador & Speaker; Enfocado a la transformación y el despertar de consciencia. A los 15 años me perdí, me encontré y descubrí la vida trabajando en un circo.

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