Las enseñanzas espirituales hablan de que ya no es necesario sufrir. ¿Te has dado cuenta de que ya no tienes por qué sufrir?.
Aún así puede que el sufrimiento haya sido útil porque te ha traído aquí…Yo sé que no estaría aquí si no hubiera pasado por un sufrimiento tremendo. El mensaje ahora es que no es necesario más sufrimiento si das el paso al nuevo estado de conciencia.
No podemos meternos a una concha protectora para evitar todo, sino, es necesario llegar a un estado de apertura completa de consciencia donde la infelicidad no es posible, no tiene donde agarrarse. Porque la infelicidad se agarra al pequeño”yo” que se mueve en el pasado y el futuro e ignora el Ahora. En el Ahora no hay infelicidad. El sufrimiento se disuelve cuando te conviertes en Presencia.
Mientras no tengas acceso al poder del Ahora, todo dolor emocional que experimentas permanece detrás de un residuo de dolor que vive en ti. Emerge del dolor del pasado, que ya estaba allí y se queda atascado en tu cuerpo y tu mente. Este dolor acumulado es un campo de energía negativo que ocupa tu cuerpo y tu mente. Si lo miras como una entidad invisible con su propia autoridad, estarás cerca de la verdad. Es el Cuerpo-Dolor, que tiene dos estados: activo o durmiente.
El Duerpo-Dolor puede estar en estado latente el 90% del tiempo pero en una persona profundamente infeliz estará activo hasta el 100% del tiempo. Algunas personas viven continuamente en su Duerpo-Dolor, otras lo experimentan en algunas ocasiones, cualquier cosa lo puede despertar, especialmente si es algo que resuena con un patrón de dolor de tu pasado. Cuando está preparado para despertar de su estado durmiente, un pensamiento o cualquier comentario de otra persona lo puede activar.
Algunos Cuerpos-Dolor son relativamente inofensivos, como el de un niño que no para de llorar. Otros son auténticos monstruos viciosos y destructivos, verdaderos demonios, algunos son violentos físicamente y muchos más son emocionalmente violentos. Algunos atacan a las personas que les rodean, que son cercanas, mientras que otros te pueden atacar a ti mismo, su propio anfitrión. Los pensamientos y sentimientos que tienes sobre tu vida se convierten así en tremendamente negativos y autodestructivos. Las enfermedades y los accidentes son a menudo provocados de esta manera.
El sufrimiento se disuelve cuando te conviertes en Presencia.
Cuando pensabas que conocías a una persona y de pronto te enfrentas con esta criatura extraña y terrible por primera vez, te provoca un shock. Aún así, es más importante observarlo en ti que en otras personas. Estate atento a cualquier señal de infelicidad en ti mismo, en cualquier forma, porque puede despertar al Cuerpo-Dolor. Puede tomar la forma de irritación, impaciencia, un estado de ánimo bajo, deseo de herir, ira, cólera, depresión, la necesidad de tener algo de drama en tu relación, entre otras formas.
Atrápalo en el momento en que quiera salir de su estado durmiente. El Cuerpo-Dolor quiere sobrevivir al igual que cualquier otra entidad en la existencia y sólo puede sobrevivir si consigue que tú inconscientemente te identifiques con él.
Entonces puede ponerse por encima de ti, apoderarse de ti, convertirse en ti y vivir a través de ti. Necesita conseguir su comida a través de ti, se alimentará de cualquier situación que resuene con su tipo de energía, cualquier cosa que cree más dolor en la manera que sea: ira, distracción, odio, pena, drama emocional, violencia, incluso la enfermedad. De este modo, el Cuerpo-Dolor, cuando te ha tomado por completo, recrea una situación en tu vida que le devuelva el reflejo de su frecuencia energética para alimentarse. El dolor sólo se puede alimentar de dolor, no puede alimentarse de alegría, porque la encuentra bastante detestable.
Una vez que el Cuerpo-Dolor se ha apoderado de ti, quieres más dolor, te conviertes en víctima o en tirano, quieres hacer daño o que te lo hagan, o las dos cosas. No hay demasiada diferencia entre ambos. Por supuesto no eres consciente de esto y dirás que no quieres más dolor. Pero si miras más en profundidad verás que tu pensamiento, tu comportamiento, están diseñados para continuar favoreciendo al dolor para ti y para otros. Si fueras totalmente consciente de ello, el patrón desaparecería, porque querer más dolor implica locura y nadie está loco de manera consciente.
El Cuerpo-Dolor, que es el lado oscuro del Ego, está asustado en realidad de la luz de tu consciencia, teme ser descubierto. Su supervivencia depende de que te identifiques con él inconscientemente y del miedo inconsciente que tienes a afrontar el dolor que hay en ti. Pero si no te enfrentas a él, si no llevas la luz de tu consciencia dentro del dolor, serás forzado a revivirlo una y otra vez.
Puede que el Cuerpo-Dolor te parezca un monstruo horrible al que no puedes ni mirar, pero te aseguro que es un fantasma inconsistente que no puede resistir a la fuerza de tu Presencia. Si tienes un Cuerpo-Dolor fuerte, eres afortunado, es bueno para tu práctica, es un gran maestro. Es la parte más poderosa de tu práctica, trabajar con tu Cuerpo-Dolor, ver cómo de rápido se produce la transmutación, que ya no es un “yo infeliz”sino simplemente dolor.
No es agradable, pero puedes permitirlo para llevar cada vez más Presencia a tu Cuerpo-Dolor. El Cuerpo-Dolor pertenece a una entidad colectiva, porque el Cuepo-Dolor está en la condición humana. Nunca es un problema personal tuyo, no hay problemas personales, cada dolor que sientes es la parte que te toca de esta condición humana manifestándose de una determinada manera.
Algunas enseñanzas espirituales cuentan que el dolor es eventualmente una ilusión, y es verdad. La cuestión es: ¿es verdad para ti? Una creencia somera no hace una verdad…
¿Quieres experimentar dolor por el resto de tu vida y decir que es una ilusión?.
¿Te libera del dolor? Lo que importa es cómo puedes darte cuenta de esta verdad, es decir, hacerla realidad en tu propia experiencia. El Cuerpo-Dolor no quiere que lo observes directamente y que lo veas como lo que es.
En el momento en que lo observes, sientas su energía dentro de ti y pongas tu atención en ella, se rompe la identificación. Llega una consciencia de una dimensión más elevada. Yo la llamo Presencia. Tú eres ahora el testigo, el observador del Cuerpo-Dolor. Esto significa que no te puede utilizar más fingiendo ser tú y no puede reorganizarse de nuevo a través de ti. Has encontrado tu mayor fuerza interior.
Has entrado en contacto con el poder del Ahora.
Vía: EL CUERPO DOLOR – ECKHART TOLLE
Facebook Comments
Comments are closed.