A lo lejos el llanto de un niño. Despierto bruscamente entre gorgoreo de palomas, volteo a mi alrededor; aun esta obscuro. Son las 5:55 AM; no lo creo, si apenas a la 1:00 cerré los ojos y solamente fue un pestañazo.
Es lunes, hoy no hubo 5 minutitos más, es muy extraño; hace algunos años que no me levantaba a esta hora.
Es lunes, dormí poco, pero me siento de maravilla, tengo sed de justicia, tengo sed de ayudar a los más desamparados. Dormí poco, pero soñé mucho: una publicación en la revista Proceso, un reportaje sobre el maltrato infantil en mi canal de Youtube, una crónica sobre la marcha pidiendo justicia en mi blog y una Aristegui comentando el caso. A lo lejos el llanto de un niño. Despierto bruscamente entre gorgoreo de palomas. Son las 5:55 AM; todo esto fue un sueño.
Lo comprendo, finalice mi domingo leyendo reportajes nominados al premio de periodismo Gabriel García Márquez, mirando una crónica de Témoris Grecko y reagendando la charlar en el café para nuevos proyectos relacionados a esto.
Es lunes 25 de Noviembre: Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y hoy, hace exactamente una semana, salió publicada una nota en un periódico de la localidad; la muerte descabellada de una niña de tan solo 10 años. Esto a manos de su madre (una profesora de primaria) y su novia, una tal ‘’Connie’’ (inspectora de zona de la Secretaria de Educación Estatal SEE y hoy prófuga). Las causas de su muerte (según el reporte oficial): falla orgánica generalizada por abdomen agudo traumático a causa de una herida que perforo el abdomen por vía vaginal, por objeto plástico (violación). Maltrato, tortura y una infancia robada, fue parte del calvario vivido por la niña.
Pareciera que estas historias solo se viven en lugares remotos y poco civilizados, pero no, este trágico desenlace es parte de la vida de un amigo. En el que su hermana (D.E.P), su madre (asesina, lesbiana) y su padre (prófugo desde 2011), están involucrados. Una historia tan cruda y desgarradora que me creó un nudo en la garganta.
Es lunes, dormí poco, y como todos los días duermo y despierto pensando en esta trágica historia de vida. Casos cada vez más comunes; que sólo demuestran el precario sistema de justicia con el que vivimos. ”Omisiones, indolencia, burocratismo, leyes que abonan a la impunidad, es lo que sigue arrojando el caso de Estefanía, donde tras su muerte, su familia revelo el intento por rescatarla y como la autoridad privilegió el derecho de la madre, a pesar de las evidencias del riesgo que corría la niña”.
No se puede esperar mucho de este mundo pasivo, la falta de actuar de una sociedad que ve las injusticias pero hace poco, que se pone en acción después de la reacción, un mundo donde impera la rabia, el coraje, la envidia, el amor por el dinero y el clasismo marcado, que sólo crea personas enfermas a las que no les importa hacerle daño hasta su propia familia. ¡Gente tan aberrante que no debería existir!
Es lunes, dormí poco, y como todos los días, hoy toca digerir las miles de tragedias que duelen, que generan impotencia y rabia, historias trágicas que se viven cada vez más de cerca.
Es lunes, dormí poco.
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