Las redes sociales no perdonan; no entienden de respeto y tolerancia, mucho menos de empatía. Hay un sin números de simios en Facebook hambrientos llenos de odio y maldad, esperando a las presas para emprender el ya tradicional “quemón” bajo el lema de #Lord o #Lady. Si bien inicio como tendencia para ejercer presión y exigir justicia, hoy sólo es una forma más de burla y desprestigio.
La violencia no vive en la calle, se lee en cada comentario.
Me adelanto para que no se asusten; tal vez yo sea el próximo protagonista en uno de esos videos con el título de #LordDobleMoral.
En la era de la información y la tecnología, hoy todos somos vulnerables a ser expuestos y quemados en la hoguera. Nuestra actitud de arrogancia o enojo de segundos pueden hacer, de la mano de las redes sociales, que toda nuestra vida personal y carrera profesional se hunda por un video de 1 minuto en el que nos graben en una situación comprometedora.
Manejando y en pleno alto, miraba como un carro venía a exceso de velocidad y evadía la señal de tránsito. 
Cuando pasa, y para mi sorpresa, veo que es un reconocido político del ayuntamiento de Ensenada, que lucha por diferentes causas sociales y visto por la ciudadanía como un ser con valores. Tomo mi celular y le envió un mensaje: “Qué pasó mi amigo, ya lo miré avanzando en exceso de velocidad y pasándose un alto. Dónde queda el ejemplo. Tenga cuidado no vaya a ser la próxima #LadyFastAndFurious”. (Véase la conversación en la imagen).
Si bien mi labor en voluntariado y fundaciones me hace levantar la voz ante la injusticia, también me ha hecho madurar y vivir bajo una consciencia de unidad. En la que todos somos parte de lo mismo, en la que antes de señalar o criticar me veo reflejado en el otro y cómo es que alguna vez pensé o actué similar al que está frente a mí. Y sobre todo; no ver el acto fallido, sino a la persona que está detrás del #Lord o #Lady, tal vez un humano dormido. Sólo hace falta mirarlo desde el mismo nivel de conciencia y ayudar a que la expanda, enfocándonos no en el qué le van a ser a él, sino, qué vamos a ser nosotros. Evitar juzgar por lo que veo desde mis zapatos y hasta donde mis creencias me limitan.
Siempre estamos encontrándonos con nosotros mismos a través de los demás.
Hoy las noticias pudieron haber sido diferentes al tomarle un video a ese político que evadía las señales de tránsito, tal vez estaría despidiéndose de su puesto y su carrera profesional sólo por no levantarse temprano.
Si de pronto me ves a mí en uno de esos videos de #Lord o #Lady, te quiero decir que eso no me define. Una reacción de enojo, un acto de humillación, ejercer presión sobre los otros o simplemente buenas intenciones movidas por ignorancia, fueron un conjunto de impulsos que no supe dominar, que sólo marcaron un momento. Una mala acción no define una personalidad ni trayectoria, ni mucho menos el quién es. Por desgracia se estuvo cerca de alguien con un celular que grabó los 5 minutos de enojo, estupidez y la falta de inteligencia emocional, y que claro, habrá que acatar las consecuencias.
Estoy seguro que cuando veas mi video rondar de muro en muro y de grupo en grupo, no voy a ser yo peleando con alguien, sino exponiendo algún punto vista o luchando por la justicia. Mi pensamiento cambia constantemente y sobre todo comienzo a vivir una vida sin disimulos, en la que cada vez soy libre de decir lo que pienso y siento. Mi talento es comunicar y a veces lo puedo usar para sanar, pero también como arma y herir.
Y por favor, cuando me veas en uno de esos videos; no juzgues, no me compartas, todos tenemos un #Lord o una #Lady dentro de nosotros; actitudes negativas y acciones oscuras que forman parte de nuestra sombra.
No hablo sobre lo que está bien o está mal, las leyes existen y el estado dictará las consecuencias, pero no lo hagas desde tu juicio, eso nos polariza, nos aleja.
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