Cuando comento que desde hace 5 años en mi casa no existe la televisión ni sistema de cable, netflix o algo que se le parezca, ni tampoco una sala o espacio de entretenimiento, incluso una estufa, boiler, aire acondicionado, lavadora y secadora, todos me miran extraño; y es que vivo en austeridad, no porque no pueda, sino porque elijo no tenerlos.
Hemos convertido en caos nuestra vida por necesidades no satisfechas y peor aún, auto-creadas. Todo consiste en ir detrás de la zanahoria, de aquello que pensamos nos hace falta. Pero que siempre que lo encuentras, no te alcanza y aparece automáticamente una nueva necesidad.
Necesitar es depender, depender es llenar un vacío.
En tú vida sólo hay 4 necesidades esenciales para vivir según la Pirámide de Maslow; respirar, alimentarse, descansar y el sexo, que de este último lo dudo, ya que nadie ha muerto por abstenerse; todo lo demás son caprichos, lujos y putería.
Si nos sumergimos en mi tema de especialidad; la Psico-antrpología de consumo, la mayoría de nuestras compras nacen desde el sentimiento de escasez y el miedo. Si sólo compraramos los productos que necesitamos para vivir, la sociedad de consumo desaparecería.
Los miedos generan vacío y carencias en la vida del ser humano, y lo que buscamos son proveedores, productos o marcas que llenen esos huecos.
La vida en ocasiones duele, y sobre todo cuando la volcamos sobre otros. “Mi vida es el dinero, mis carros son mi vida, mis hijos y mi esposo son mi vida, mi trabajo es mi vida”. Lo único asegurado es la pérdida. ¿Qué va a pasar cuando eso acabe?. ¡Te vas a quedar sin vida!.
Tú no necesitas a una persona que te amé, tú no necesitas un carro, un apellido, estatus, una computadora o un teléfono. Desapégate de tus hijos, tú no los necesitas, no son tuyos, elige amarlos, elige estar cerca de ellos, pero no desde el sentimiento de complemento. Prefiere una computadora, elige tener estatus. Elegir habla de consciencia, habla de acción.
Necesitar habla de retención, de cadenas.
Vivir desde la necesidad genera estrés, ansiedad, depresión y dolor. Te vacías y dejas de ser tú hasta convertirte en un satélite que gira alrededor de un planeta, cuando deberías ser el propio sistema solar.
¿Cuándo sé que no estoy necesitado?
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Cuando a tu pareja le puedes decir: “No te necesito, pero elijo estar contigo, pero si te vas seguiré igual de feliz”.
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Cuando ante cualquier insulto, grito o intimidación en tu trabajo, eliges valorarte y buscar otro.
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Cuando nadie arruina tus planes, y ante la cancelación vas solo al cine, a comer o un concierto.
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Cuando ante una relación tóxica y de maltrato decides cortar y nunca regresar atrás.
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Cuando tienes la capacidad de renunciar a todo.
Entre menos necesites, más felices eres.
Lo que nos enseñaron fue a crear la necesidad, a competir para escalar en la sociedad, a tener para luego ser, y en seguida te das cuenta que estás igual de vacío. Desde pequeño nos educan a permanecer y apegarnos, cuando deberían de enseñarnos a qué hacer cuando vienen las inevitables separaciones de cosas importantes en nuestra vida; aprender a vivir sin necesitar.
Qué pena que tú necesites para Ser, cuando ya eres sin necesitar. Tú no eres tu prestigio, tú no eres tus hijos, tú no eres tu pareja, tú no eres tu ropa. Elige qué quieres tener en tu vida, no por necesidad, sino por deseo, pero que eso no te defina. Elige no necesitar ni depender, no por ego, sino por paz y salud emocional.
A veces lo único que nos hace falta en nuestra vida, es aceptar que no te hace falta nada.
#DescubrirLaVida
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