Siempre recuerdo una frase que a los 15 años escuché una y otra vez cuando trabajaba en un circo; “aquí no hay quién sobre ni quién falte, nadie es indispensable” y justamente veía salir y entrar a gente nueva todos los días.
Dicha frase tiene cierto grado de verdad , pero si eres una persona que ha agregado valor a lo que hace, tienes puntos a favor; conservar el empleo, ganar más, crecer y ser necesario en el equipo de trabajo.
Si no tuviéramos que pagar cuentas no tendríamos que preocuparnos por nada en lo absoluto; pero para el 99% del mundo es esencial preservar un empleo remunerado.
Para este mundo globalizado, donde la demanda es mayor y los espacios son escasos, comparto algunos puntos de “cómo hacerte indispensable en tu trabajo” de Helios Herrera (HH Consultores, Desarrollo Humano para la Productividad).
1. Aportar valor vs controlarlo todo.
-La única que se sabe la receta no aporta valor.
-La que tiene las llaves de todas las puertas tampoco.
2. Conviértete en un obsesivo solucionador de problemas.
¿Qué genera riqueza? La capacidad de solucionar problemas, quieres más dinero: busca problemas y soluciónalos.
Recuerda que inteligencia no son calificaciones o grados académicos, sino; tu facilidad de solucionar cualquier problema. Si en un caso de emergencia te dieron una responsabilidad para ayudar, siéntete contento; estás formando parte del grupo de solucionadores de problemas, personas capaces de resolver cualquier situación que se presente.
3. Capacita al de abajo y sé un centro de ayuda.
Parte del trabajo como líder es esto. Y aunque se tenga el miedo pensando en que si le enseñas a otro puede que te quite tu trabajo, en mucho de los casos, el no ayudar al de abajo es un motivo por el cual no puedes ascender en la empresa, ya que no hay ningún otro elemento que pueda remplazar tu lugar, por lo que estás destinado a quedarte en el mismo puesto. – “Pensaba subirte de puesto, pero como no hay nadie que te cubra, entonces no podemos moverte”.
Con esto podrás ganar buena fama de colaborador, pero también al ser un centro de capacitación, te aseguras a que estas personas te pidan cada vez menos ayuda.
OJO: No es lo mismo “yo te digo cómo y lo hago”, a “te digo cómo y superviso que lo hagas bien”
4. Sé responsable.
Definido como la capacidad de responder, asumir errores y solucionarlos.
5. Sé confiable.
Haz lo que dijiste que ibas a hacer, cuando dijiste que lo harías, como dijiste que lo harías. No existen pretextos para no hacer lo que ibas a hacer. Hazte fama de que lo que te pidan a tí, se cumple cabalmente.
6. Entiende el negocio completo, no sólo tu trabajo o tu área.
Habla en plural, piensa en plural; somos, nuestra empresa, equipo. Ponte la camiseta. Elimina las frases “así son aquí” “eso ya no es mi trabajo” “los jefes así son”. Si a la empresa le va bien, a todos nos tiene que ir bien.
7. Usa 1% de tu tiempo en aprender y capacitarte diariamente (14.4 minutos).
Leer mejora tus decisiones. Infórmate, conoce más que tus clientes. Capacítate en tu negocio.
8. No busques “permanecer” (para eso basta con esconderse), busca crecer y desarrollarte.
9. No expongas para mal a la empresa, recuerda que eres parte de ella.
Si algo no te parece bien, no es necesario externarlo públicamente. Platica tus inquietudes de manera interna.
Hacer comentarios donde se exponga a la empresa puede costarte el trabajo.
En un avión.
a) pasajeros (los que van sentados sin compromiso alguno)
b) sobrecargos (los que caminan esperando ayudar, aportar, pero no dejan de realizar sus obligaciones)
c) pilotos (los que controlan el avión, los que toman decisiones).
Y tú ¿a qué parte de la tripulación perteneces?.
Recuerda que en las empresas de hoy se hace más con menos pasajeros. Conviértete en piloto del avión, quien sea que tome decisiones, quien lleve el rumbo, quien proponga, y no el pasajero del asiento 448 que está dormido, esperando lo despierten en el aterrizaje.
Es cierto que estos puntos no te aseguran un lugar en la empresa, pero ten la confianza que en caso de despido, éste no será por bajo rendimiento laboral, sino por decisiones ajenas a tu desempeño.
Cuidemos y valoremos nuestro empleo, o mejor aún; seamos seres indispensables en la estructura del equipo, aportemos valor a la empresa, a nuestro trabajo, a nuestra marca personal.
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