Axel Zamudio | Blog

¡Me robaron mi idea, qué poco originales!

¡Me robaron mi idea, qué poco originales!

Cuando asistía a la Universidad, en una de mis clases de Literatura Universal, recuerdo que una vez la Maestra nos dijo que nada de lo que fuéramos a crear iba a ser algo original, que seguro alguien ya lo hizo. Mi reacción fue de enojo, 1 año después me doy cuenta que ella estaba en lo cierto.

Al querer registrar, al hacer una investigación de campo conforme a marcas te das cuenta que tu diseño o hasta el nombre es muy similar a otros. Tener una idea es fácil, todo el mundo las tiene, y la tuya probablemente no sea ni siquiera original.

Hoy me río cuando escucho que dicen: “Tengo una idea de negocio pero no la puedo contar” “Nos están copiando la idea” “Qué poco originales son” o inclusive auto-nombrarse como “los primeros y los originales”. Eso habla más de estupidez y soberbia que de talento.

Si discutimos de poca originalidad y de robo de ideas; Steve Jobs se pinta solo.

Steve no creó ni desarrollo muchos de sus productos; él pagaba a renombrados diseñadores y programadores, entre ellos Jonathan Ive diseñador de las iMac, mientras que el ingeniero libanés Anthony M. Fadell desarrolló gran parte del iPod.

Entre la búsqueda de talentos para lanzar la Mac en 1981, Jobs conoció a Bill Gates (dueño de Microsoft), y lo contrató para que le creara una interfaz gráfica amigable, que hiciera más fácil la relación entre el hombre y la máquina, que integrara lo que hoy conocemos como ventanas, iconos y mouse. Microsoft trabajó en el software para Apple, pero antes del lanzamiento oficial, Bill Gates jugo mal y lanzó ese sistema como propio; mejor conocido como Windows. Conflicto que los llevó a los tribunales de los Estados Unidos, perdiendo Apple la demanda.

Lo curioso del caso es que ninguno de los dos fueron originales; Bill Gates le robo la idea a Steve Jobs y Jobs le robo la idea a la multinacional Xerox, sí, la de las fotocopiadoras.

El historial de robo y cinismo de Steve Jobs es basto: La copia de características a Android,  la copia de diseños a LG, el robo de ideas de IBM, Bell Labs y Xerox para crear el iPhone, la Mac, el iPad.

Steve Jobs no fue original, no diseño, no es un inventor; fue un visionario. Él sabía qué es lo que la gente necesitaba y mandaba a crear algo que se acoplara a lo que visualizaba. Y como dicen vulgarmente; de chile, mole y de manteca, nacieron sus éxitos, “tomó” prestadas algunas ideas de otros productos. No obstante, sus habilidades como líder empresarial y sobre todo como visionario son innegables. Tal vez si no hubiera conjuntado todas esas tecnologías en un mismo dispositivo, estuviéramos usando una pesada laptop.

Los buenos artistas copian, los grandes artistas roban. Nosotros nunca hemos tenido vergüenza por robar grandes ideas”. Esto fue lo que dijo Jobs en 1996 en el documental “El triunfo de Nerds”.

El primer error es pensar que tienes una buena idea. No es necesario tener ideas, Google las tiene todas. Las ideas no sirven si no se llevan a la práctica. Como dice Jurgen Klaric “si tú tienes una gran idea, regálala antes que te la roben”. Ideas sobran, ya todo existe. Tu idea va a morir si no empiezas a hablar de ella.

Facebook no fue la primera red social, MySpace ya contaba con millones de usuarios. Google no fue el primer motor de búsqueda, Altavista y Yahoo ya obtenían miles de visitas mensualmente. La principal diferencia de estos fue su ejecución y seguimiento; mejoraron las ideas originales.

Te podrán robar la idea, nunca el talento. Pero si alguien más innova con tu idea y tiene más talento… estás frito; eres parte de los que dicen “yo primero tuve esa idea” pero se quedaron en la zona de confort.

La verdad es que no se trata de ideas nuevas y originales. Las ideas no valen nada, sólo son una serie de impulsos eléctricos en tu cabeza. Si vas a tener el descaro de robarte una idea, por lo menos preocúpate en ser diferente. Lo que realmente tiene un valor es la ejecución de la idea con éxito.

No se trata de ideas originales, sino, buscar ser disruptivo e innovador; agregar valor. Sino al final eres una copia de la copia.

 

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Comunicador & Speaker; Enfocado a la transformación y el despertar de consciencia. A los 15 años me perdí, me encontré y descubrí la vida trabajando en un circo.

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